El Delta del Ebro
La simbiosis entre hombre y la naturaleza
Un paisaje idílico muy cerca de ti
El Delta del Ebro es el humedal más grande de Cataluña y un espacio natural único, singular e incomparable. Es producto de los procesos de erosión, transporte y sedimentación del río Ebro, que han predominado sobre los de erosión marina. Este hecho determina que el paisaje deltaico, de una horizontalidad sublime, sea inconfundible.
Una parte considerable del Delta es parque natural. La importancia biológica contrasta con la muy considerable humanización de su superficie y con su extraordinaria producción agrícola. El Delta, aunque pueda parecernos paradójico, también es producto del fructífero equilibrio entre la actividad humana y el espacio natural. Podemos afirmar que conviven armónicamente los valores naturales con la explotación humana.
Toda esta variedad de ambientes, esta manifiesta heterogeneidad de ambientes fronterizos, da lugar a una alta diversidad biológica, botánica y, sobretodo, ornitológica. El régimen hídrico, las características del suelo y la variable salinidad crean un abanico de especias vegetales perfectamente adaptadas al medio en el que se encuentran. La fauna, eminentemente ligada a medios acuáticos, es producto de esta elevada diversidad y productividad de los ecosistemas existentes.
El Delta del Ebro es un destino extraordinario para disfrutar de la naturaleza, hacer deporte, observar aves, pasear a pie o en bicicleta o disfrutar de una gastronomía extraordinaria basada en los productos locales.