La Vía Verde

Ocupando el antiguo trazado ferroviario, la Vía Verde aprovecha las ventajas de no tener ningún desnivel significativo, y con su firme asfalto ofrece el máximo de facilidad y comodidad para cualquier medio no motorizado (a pie, a caballo y en bicicleta), garantizando la accesibilidad universal. Uno de sus objetivos es promover una nueva cultura del ocio y del deporte al aire libre entre la sociedad.

En su recorrido catalán se pueden admirar diferentes y variados paisajes. El hecho de rodear el norte del parque natural de Els Ports para seguir el recorrido entre desfiladeros en el valle del río Canaletes, para finalmente abrirse a la majestuosidad del valle del Ebro que nos hará contemplar, a la vez que disfrutar de forma placida del ocio, un entorno natural extraordinario. A partir de la capital del Baix Ebre es posible continuar por el camino natural de Tortosa a Deltebre, hasta la misma desembocadura del Ebro.

El trazado ofrece un cúmulo de variantes paisajísticas de una belleza irrefutable mezclando la tranquilidad y el silencio con espacios maravillosos a la vez que se transita por numerosos túneles iluminados y viaductos espectaculares.

Paisajes agrarios y forestales, campos abiertos de olivos y almendros, viñedos, se van alternando con impresionantes paredes de roca escarpada y valles estrechos y congostos de vértigo con bosques mediterráneos hasta que, llegados al Ebro, aromáticos campos de naranjos y ufanas huertas serán los predominantes. Una vez cruzamos Tortosa, seguimos el camino del Delta, fértiles huertas, bosques de ribera y arrozales se abrirán a una panorámica totalmente horizontal.

Los amantes de la naturaleza y de las sensaciones que transmite tienen en el recorrido de la Vía Verde un compendio completo para su disfrute.