Descripción
La antigua alfarería se encuentra en la judería de la ciudad, en la calle Major de Remolins. Tortosa, y más concretamente el barrio de Remolins, era histórica y tradicionalmente hasta mediados del siglo XX un importante centro de producción de alfarería catalana.
La cerámica era indispensable para la actividad cotidiana ya que con este material se elaboraba todo tipo de vasijas para la vida doméstica: era una actividad eminentemente funcional pero no exenta por ello de belleza en su simplicidad.
Aunque es poco conocida y de tradición árabe, la producción se centraba en vasijas de cerámica para uso doméstico y agrícola. Algunas de la piezas de las que se puede asegurar el origen y la procedencia son las medidas de vino. El motivo no es otro que la obligación de sellar estas vasijas para garantizar su capacidad.
En muchas piezas, aparece el escudo de Tortosa. Se hicieron de cuartillo y media en forma de jarrón pequeño y cuerpo cilíndrico. Las más grandes presentan tipología de cántaro de cuello ancho y cuerpo abombado y todas estaban barnizadas de color melado.
Seguramente la navegación por el Ebro y el intercambio de productos entre las poblaciones que se encontraban a su orilla favorecieron la exportación.
Las alfarerías, normalmente, ocupaban la parte baja de la edificación en la que se instalaba el obrador mientras que la parte superior correspondía a la vivienda.