Descripción
Historia de la fortificación de Tenasses
Es del primer elemento defensivo de la ciudad de Tortosa, en su flanco más al norte. La fortificación de Tenasses, ubicado en una loma en las afueras de Tortosa, es el elemento defensivo más exterior de todo el conjunto del recinto amurallado de la ciudad.
La construcción de la fortificación se llevó a cabo en dos etapas: primero, durante la segunda mitad del siglo XVII, en el contexto de la Guerra de los Segadores y, después, a principios del siglo XVIII, una vez la ciudad es conquistada por las tropas borbónicas. Se trata de una estructura concebida como avanzada defensiva del sector norte de la muralla de Remolins con el objetivo de consolidar a Tortosa como plaza fuerte.
Tenasses está formado por dos recintos contiguos pero claramente diferenciados: el primero, más cercano a la ciudad, contiene dos salas, que fueron destinadas a almacén de pólvora y cisterna. El patio actúa como distribuidor desde donde se accede a las salas o permite el acceso a la parte superior del cuerpo defensivo, donde se distribuyen dieciocho cañoneras. El segundo espacio es un recinto fortificado, de dimensiones considerables, ubicado a continuación del foso del primer tramo. Se extiende hacia la meseta norte, con un gran núcleo central llamado plaza de armas. El frente norte concentra una fortificación abaluartada, con dos semibaluartes unidos por una cortina central, el hornabeque, precedida por un foso con un revellín y un camino cubierto.
Una visión privilegiada de la Vilanova
La ubicación elevada de la fortificación de Tenasses permitía el control de la parte de Remolins, con Vilanova, o Call Jueu (judería), situado en primer término. La panorámica que se divisa desde aquí ya fue recogida en el siglo XVI por el pintor flamenco Anton van den Wyngaerde en una de las dos vistas que realizó durante su estancia en Tortosa: la que muestra la parte de Remolins y de la judería, con la muralla que llegaba hasta el río y con el castillo de la Suda presidiendo todo el recinto amurallado. El otro dibujo de Wyngaerde plasma la fachada fluvial de la ciudad, vista desde el otro lado del río, en Ferreries.
Salvaguarda para el patrimonio de la ciudad
Una vez que el conjunto amurallado dejó de tener uso defensivo, el gobierno militar dejó de darle utilidad. A finales del siglo XX, en 1971, el recinto de la fortificación de Tenasses salió a subasta pública. Un grupo de once empresarios de Tortosa adquirieron el conjunto por 1.571.000 pesetas, con la voluntad de evitar que la propiedad pasara a manos ajenas y que el Ayuntamiento de Tortosa, en un futuro, acabara recomprando la fortificación para incorporarlo a su patrimonio. Aquella acción permitió salvaguardar un elemento destacado del recinto amurallado de la ciudad. En octubre de 2014, cuarenta y tres años después, el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con los propietarios para hacer posible el cambio de titularidad y la incorporación en el catálogo municipal.
En los últimos años, el Ayuntamiento ha iniciado una serie de actuaciones para consolidar el conjunto de la fortificación de Tenasses, dentro de las acciones de recuperación del conjunto amurallado de Tortosa, para potenciar su conservación, reforzar su carácter histórico e impulsándolo como elemento de visita turística a la ciudad. Las primeras acciones permitieron descubrir el antiguo camino cubierto, que permitía el acceso a la fortificación desde Remolins, y que se encontró en muy buen estado de conservación.
El Ayuntamiento agradece la contribución de las familias que hicieron posible la conservación y posterior recuperación de la fortificación de Tenasses:
• familia Campo Güerri
• José María Chavarría Ferreres
• José Luis Delsors Pujol
• Joan Forés Sinca
• Joaquín Frances Tafalla
• familia Homedes Grego
• Francesc Xavier Martí Ferré
• Joan Josep Martí Ferré